20 de abril de 2008

Consideraciones personales

Escribe Santi.

Hemos hablado varias veces con Tuti, generalmente al finalizar los partidos, de lo importante que es primero converserse mentalmente que la realidad puede cambiar, para después sí llevar a cabo ciertos ajustes a la hora de la verdad, y así tranformar errores en aciertos; derrotas en victorias.

Hemos hablado y llegamos a conclusiones bastante interesantes, que en ciertos cotejos en particulares vimos como llegaron sinceramente a todos y en otros simplemente se quedaron en el campo de la teoria pura. Es lógico que encontrarse en mitad de una Copa corta como la de verano con una mochila de derrotas demasiado grande, tira bastante para atrás. Las ausencias obligadas, las lesiones que parecen afectar a todo jugador del Guasón simultáneamente tambien conspiran para hechar por tierra tantas planificaciones. Nadie lo niega a esto, pero no por eso se tiene que sucumbir ante la infortunada situación. Eso jamás.

Los momentos deportivamente malos son los que precisamente se necesitan para saber qué tan equipo es el conjunto de individuos que entran todas las semanas a una cancha (amateur, en joda entre amigos, profesionales por igual). En ese sentido es imposible no recalcar que más allá de la racha negativa, los resultados que parecen no darse nunca, de lo molesto de perder constantemente, el conjunto está intacto. La base del Sportivo es la misma y en todos prevalecen las ganas de jugar e ir, para demostrar que dar la cara es la respuesta, no irse como casi todos los equipos que vimos en competencias en las que terminan en las ultimas posiciones. El que no nota esto como una clara diferencia, está a mi juicio bastante equivocado.

De nada importa los que de afuera ven el equipo o esta página. La verdad es que sinceramente de nada interesa. Esta página es el reflejo del equipo de amigos que tenemos, es nuestra y de todo aquel que se quiera meter a leer varios artículos copados (que no constituyen un desperdicio por ser escritos aqui). Los demás, los clásicos que tiran para atrás siempre, de nada sirven. Es de ellos de los que el mundo está (necesariamente) lleno. La cuestión es que este es el equipo que hace dos temporadas le gano a el 70% de los rivales que enfrentó, que salió tercero y estuvo a un penal de jugar la final de zona ganadores. Desde ya, es el mismo que hace un año y medio que no pelea arriba y está pasando el peor torneo de sus 4 años de historia. ¿Qué es lo que queda? Que el equipo sigue acá, sigue jugando, y como en su momento disfrutó de las victorias, ahora está atento y dispuesto a aprender de las derrotas. Eso vale, eso es lo que importa. Y los de afuera que se preocupen por sus propias cosas. Que la unión que demuestra el Sportivo no sea motivo de envidia. Ah, y otra cosa: esa fortaleza tenemos que mantenerla siempre. Sé que así va a ser.