Como más o menos se había estipulado, para éstos días se tenía que venir el análisis con los jugadores más destacados de la última presentación del Sportivo. Y a continuación daremos a conocer el informe. Pero antes, debemos dejar en claro que sería injusto destacar sólo a tres (cómo se tiene imaginado que sea ésta sección), ya que el partido del Sábado pasado fue sin duda un cotejo ganado con el mismo valioso y efectivo aporte de cada uno.
En estas ocasiones nadie duda en decir que la figura fue el equipo. Frase muy utilizada, es cierto, pero que no hace más que describir la realidad del último cotejo.
Sin dudas es lo que siempre buscamos, pues este es, ante todo y ante todos, un equipo de amigos que apunta a lo grupal antes que lo individual. En varias situaciones, nuestra naturaleza egoísta nubla nuestro objetivo principal y primordial. No tenemos incovenientes en admitirlo; somos jóvenes y con todo el empuje y vigor que trae esto de la mano. Se sabe que se busca denivelar el partido a favor, claro...pero muchas veces equivocamos el camino. Solos, pocas cosas importantes somos capaces de lograr.
Ahora bien, con el correr de los años y de los partidos hemos encontrado días, tardes, situaciones que nos demuestran que poco a poco estamos más cerca de llegar a ese día en que sólo prime el bienestar y la victoria del grupo, más allá de los logros y arranques individuales.
No caben dudas, con el partido contra La banda encontramos un fundamento a esta teoría. Es que, sobre todo en la segunda mitad, la clara convicción que el cotejo se podía remontar y que sólo sería posible con el aporte de todo el equipo fue casi lo único que se necesito. Todo lo de más, los resultados por así decirlo, cuando se está tan seguro de algo, vienen solos...
Así fue. Ninguno sabe muy bien por qué. Nos hemos encontrado ante situaciones similares y vimos como el partido aún así pasaba delante de nosotros, sin mucha oposición de nuestra parte. Pero, por alguna extraña y grata razón, el Sábado pasado todo fue diferente. Y una idea clara queda estampada: de ahora en adelante, siempre será así.
Quizás se jugó el partido que se tenia que jugar. Quizás ocurrió lo que tenia que pasar. Quizás este fue el cotejo que nos concientizó de que somos un grupo con mucho por delante, con todo por ganar, y nada que perder. Todo está en nosotros. Resulta fácil decirlo, pero no así asumirlo. Para ello, primero se debe estar completamente seguro.
La convicción es la clave. La seguridad y la fe en uno mismo también. Y ya no quedan dudas, nosotros tenemos esa convicción.